Retoman las obras de conexión entre la A-2 y la AP-7
El objetivo de la obra es conectar las dos vías con un viaducto de 850 metros en una zona por la que pasan cada día más de 200.000 vehículos.
Por fin se han reanudado las obras para enlazar la autovía del Baix Llobregat (A2) y la autopista del Vallès (AP-7).
La delegada del Gobierno, Teresa Cunillera, y el alcalde de Sant Andreu de la Barca, Enric Llorca, han visitado este martes 26 de febrero la zona y han coincidido en señalar la importancia de la infraestructura para el desarrollo económico de la zona.
Durante este año 2019 se invertirán 9 millones de euros en una obra que está previsto que concluya a finales del próximo año, cuando se invertirán 8,5 millones de euros más.
El alcalde Enric Llorca ha destacado el trabajo de la delegación del Gobierno "que ha sido receptiva a la demanda de los municipios y en poco tiempo ha conseguido sacar adelante una obra que llevaba años paralizada".
Llorca ha lamentado que "nos hayan engañado" en otras ocasiones "asegurando que el proyecto avanzaba y que se estaba tramitando, cuando no era verdad".
El alcalde ha dicho que "esta es una obra capital y estratégica para el país y el Gobierno lo ha sabido ver de esta manera".
Por su parte, la delegada del Gobierno ha subrayado el papel de los alcaldes de los municipios implicados que "han sabido transmitir la importancia de la obra y la gravedad de la situación por la paralización de los trabajos".
"Ellos son los auténticos responsables de que hoy haya máquinas trabajando", dijo Cunillera, que ha considerado que "es una gran noticia que las administraciones hayan trabajado de manera coordinada, que hayan sido por encima de siglas y de intereses particulares y políticos y hayan trabajado juntos por un bien común ".
Llorca recordó el jueves 21 de febrero que el enlace "facilitará la comunicación de las empresas que hay en nuestra zona industrial" y ha explicado que los conductores podrán evitar la carretera de Rubí (C-1413) para ir al Vallès, una vía que acumula mucho de tráfico y una elevada siniestralidad.
Las obras de este enlace acumulan años de retraso. La última vez que se detuvieron fue a finales de 2016 y desde entonces, el Ayuntamiento de Sant Andreu de la Barca y el grupo municipal del PSC en el Congreso han hecho diversas gestiones y ha exigido en varias ocasiones la reanudación de los trabajos.
Las obras para la construcción de este enlace, que comunicará el Vallès con el Barcelona, comenzaron en diciembre de 2006 y el proyecto inicial preveía la construcción de una carretera de 2,4 kilómetros.
La primera parada de los trabajos fue en 2010 por los recortes presupuestarios derivados de la crisis económica y desde entonces ha avanzado con dificultades.
El objetivo de la obra es conectar las dos vías con un viaducto de 850 metros en una zona por la que pasan cada día más de 200.000 vehículos.
La conexión, por la que está previsto que cada día pasen 40.000 vehículos, evitaría dar una vuelta de 12 kilómetros por carreteras comarcales.
La mayor parte de la obra está acabada desde hace 6 años y durante los últimos dos años se han hecho dos modificaciones de la obra, que ahora se ha detenido para hacer una tercera.
El Consell d'Estat aprobó las modificaciones para actualizar la obra a las necesidades actuales, que son las que ahora se han incorporado y que han supuesto la variación del presupuesto, que ha pasado de 50 a 76 millones de euros.
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