Esparreguera denuncia la falta de recursos para el centro de menores Can Rubió
El ayuntamiento se ha puesto del lado de los trabajadores del centro de acogida para adolescentes con trastornos de conducta (CREI) y ha exigido al Govern que tome medidas
El ayuntamiento de Esparreguera ha mostrado pleno apoyo a los trabajadores del Centro de Menores de Can Rubió después de que los sindicatos hayan alertado de situaciones de violencia "insoportable" para los trabajadores y residentes.
El consistorio ha emitido una queja formal al conseller de Treball, Afers Socials i Famílies, Chakir el Homrani Lesfar, así como a la Direcció General d'Atenció a la Infància y la Adolescència (DGAIA), el organismo responsable del centro, pidiendo explicaciones y reclamando recursos que ayuden a mejorar la situación.
La concejala de Servicios Sociales Básicos del ayuntamiento, María Vallejo, ha segurado en declaraciones a la emisora municipal que la situación es muy preocupante y ha hecho un llamamiento a la Generalitat para que invierta más recursos: "Desde la Generalitat debería incidir más en solucionar este problema, que ya parece recalcitrante. Es lamentable la falta de información que padecemos. Can Rubió rebasa las competencias del Ayuntamiento, pero es nuestro trabajo presionar y pedir que la situación mejore".
Vallejo afirmó que el Ayuntamiento no tiene ningún tipo de comunicación periódica con los responsables de la DGAIA para conocer de primera mano la situación que se produce en Can Rubió y ha denunciado que, hasta el 13 de mayo, no se recibió ninguna información oficial sobre el último conflicto vivido en las instalaciones del centro de acogida para adolescentes con trastornos de conducta (CREI). Para mejorar la situación del centro, el Ayuntamiento insta a la DGAIA a instalar un arco detector de metales en el acceso al centro, cubrir las bajas de personal, asegurar que las ratios son correctos y contratar un vigilante de seguridad .
Las quejas de los trabajadores se han agravado a raíz del cambio que se produjo en el centro del año pasado. Después de 26 años funcionando como CRAE terapéutico, Can Rubió se convirtió en un CREI que atiende a una veintena de menores con problemas graves de conducta.
CRUCE DE ACUSACIONES
La dirección del centro y los trabajadores tienen visiones opuestas sobre la situación de Can Rubió. Por una parte, la directora general de la DGAIA, Ester Cabanes, ha defendido en declaraciones a Radio Esparreguera que "estas situaciones, aunque desagradables, son la tónica en estos centros tan especializados. El debate debería centrarse en mejorar el proyecto educativo de los menores". Desde la DGAIA también ponen de relieve que los ratios del centro serían más que correctos, ya que Can Rubió dispone de 23 educadores por 20 plazas.
El representante de los trabajadores, Joaquín Seisdedos, refleja estos datos y ha explicado, en declaraciones a la emisora municipal, que la situación real es muy diferente: "No contamos con los recursos necesarios. Entre las bajas y los compromisos con los menores fuera del centro, muchas veces sólo hay 4 o 5 educadores por turno". El educador también pone de manifiesto que, además de jóvenes con problemas de conducta, el centro también acoge menores para los que la justicia ha declarado libertad vigilada.
Escribe tu comentario