Acaba de conocerse el curioso dato de que Acciona ha vendido su pleito con la Generalitat por la ATLL por 170 millones de euros más un porcentaje a recoger si los de FORTRESS le ganan en los tribunales a los herederos de Andreu Mas-Colell una pelea que entre los dos pleiteantes han creado y ahora tiene un epílogo vergonzoso.
Si quienes van a juzgar el asunto quieren saber de verdad lo que pasó, pueden tirar de hemeroteca y leerse todo lo que CatalunyaPress contó sobre el asunto y, entonces, estoy seguro que la reprimenda moral a ambas partes sería de órdago y además la Fiscalía impediría, en defensa de los intereses públicos, que ninguna de las partes tocaran el dinero de los contribuyentes que ya bastante han pagado con la mala praxis demostrada en todo este turbio asunto.
Acciona (y con ella la familia Entrecanales) no han hecho más que equivocarse cada vez que han intentado meterse en el negocio del oro blanco, o sea: el agua. Vamos, que hay para escribir un par de libros para poder recopilar una pequeña parte de sus equivocaciones empresariales y técnicas, que en el caso de la ATLL ha sido una chapuza monumental, por no llamarle de otra forma menos elegante, que ahora pretenden que paguemos todas y todos los catalanes.
Por las cantidades que se manejan --unos 50 millones que los del actual Govern quieren pagar, más los 170 que recibe la multinacional española--, ya pueden Vds. deducir las cifras que se han manejado que seguro ninguno de nuestros lectores manejaran aunque vivan muchos años.
Eso es lo que se ve, pero ¿y lo otro? Ahí habría que preguntarle a Artur Mas o al Presidente del Banco Brasileños que sentaron en un banquillo por corrupción y que fue el principal pagano de toda la operación que se montó.
¿Y por qué les cuento todo esto? Porque en la Entidad Metropolitana trabaja un político que cobra un magnifico sueldo (93.570 euros) como Director de Presidencia del área de Barcelona, pero que en el periodo 2003/2006 también con el tripartito fue nombrado Conseller de Medio Ambiente y vivienda de cuyo departamento dependía la ACA que acumuló tales pérdidas que luego serían decisivas para que el Govern Mas decidiera privatizarla con la excusa de que no podía gestionar semejante agujero. Y claro, ¿quién se llevó el caramelo, aparentemente envenenado? La españolaza Acciona, que, para esas cosas de la pasta, las élites ahora independentistas no tienen manías y mucho menos escrúpulos. Es el momento en que los Tribunales actúan, y los Carcolé y Badia, el dúo de los incorruptibles menean el rabo y se equivocan soberanamente, haciendo perder todos los pleitos a sus señoritos, hasta que los Tribunales anulan un concurso amañado tras el que, ahora mismo, se están repartiendo los despojos del acuerdo al que llegaron.
Pero claro, en estas cosas del dinero, cuando se vislumbra un pelotazo, la gente que lo protagoniza, como piensa que está por encima de la ley y el bien común, se apunta a un Joe Rigoli, o sea: Yo sigo. Y en esa estamos.
Y como la historia da para varios capítulos gozosos aquí me planto haciéndole una pregunta a Salvador Milá: ¿Vd., que ha vivido políticamente en las fuentes de Iniciativa, un gran partido de la izquierda catalana, --dónde, cuando se llamaba PSUC yo tenía un gran amigo llamado Antoni Gutiérrez, al que Vd. no se le parece ni en pintura--, no se le cae la cara de vergüenza por ocupar, ahora mismo, un puesto en la Administración pública sin mediar un concurso público? ¿No le da vergüenza dedicarse presuntamente a filtrar a documentos que tiene la obligación legal de proteger por aquello de la ética y por supuesto de las nuevas leyes de confidencialidad que los amparan?
¿Por qué no les pregunta a los trabajadores de los sindicatos por el fin último de los viajes que legítimamente les corresponde y que la empresa tiene la obligación de pagar? Y ya que estamos hablando de presunta corrupción, por queé no ilustra al digital que publica las informaciones del esquí ¿financiadas por Acciona? y se rompe el pecho hablando de corrupción, con el caso AGT en el que Vd. tenía por compañero al famoso Luis García (el LUIGI del Caso Pretoria) que luego, afortunadamente para el Concejal de Urbanismo de Mataró, se sobreseyó. El asunto no fue menor, afectaba al PSC y había varios alcaldes en danza. Por cierto, el de Urbanismo era Vd. y el Juez se llamaba Adolfo Fernández Oubiña, otro conocido mío y de mucha más gente de la familia judicial.
Pobre alcaldesa Colau: como siga confiando en semejantes profesionales del manejo público, va a tener una legislatura en la que Esquerra Republicana se va a poner las botas. Pero no se preocupe señora, no llore más. Uno, como es buena gente, la irá poniendo al día de la andanzas de estos y otros, que como se dice en donde yo nací, haberlos haylos, para que no le jodan la legislatura.
Por cierto, ¡sociatas… a ver si espabiláis! Y punto y aparte consejo para la gran ACCIONA: coge la pasta y corre. No mires hacia atrás, y sobre todo, no pretendas dar lecciones de incorruptibilidad.
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