El número de ERTEs acumulados en la demarcación de Barcelona durante el 2020 supera el medio millón de trabajadores
La Diputación de Barcelona y la Cámara de Barcelona han elaborado un año más el Informe territorial de la demarcación de Barcelona, que incluye un balance de la evolución económica de la demarcación del año 2019 y analiza las consecuencias económicas provocadas a raíz de la Covid-19
La crisis originada a partir del confinamiento por la Covid-19 ha dejado una huella sin precedentes en la actividad económica en la provincia de Barcelona. A 30 de junio de 2020 la población ocupada de la provincia de Barcelona es un -4,4% inferior en un año atrás, los puestos de trabajo un -4,8%, y los parados registrados aumentan un 33,8%. Los jóvenes son los mes afectados tanto en la caída de la ocupación (-13,8%) como en el aumento del paro (+61,5%) así lo describe el informe elaborado un año más por la Diputación de Barcelona y la Cámara de Barcelona.
La provincia de Barcelona, con un descenso del 10% se sitúa como la séptima provincia donde más disminuye el tejido empresarial, 1,4 p.p. que la media española. El número de empresas se ha reducido también en un 8,8% respeto el 29 de febrero de este año y se sitúan en 170.825 Entre junio 2020-2019, de las 50 provincias españolas, Barcelona se encuentra en la 21.ª posición en pérdida de asalariados, y es la octava en aumento del paro registrado.
Las comarcas del Barcelonès, Garraf y Maresme son las que más ocupación residente pierden
El número de ERTEs acumulados a la demarcación de Barcelona entre el 22 de marzo y 30 de junio de 2020 supera el medio millón de trabajadores . En lo referente a los ERTEs, a la demarcación hay 310.221 asalariados en esta situación y 180.065 autónomos con prestación a finales de junio. Se tiene que tener en cuenta que las personas afectadas por uno ERTE continúan afiliadas a la Seguridad Social y no pasan a incrementar el número de parados, quedando registradas estadísticamente como demandantes de ocupación en el grupo de ocupados. En cuanto a los expedientes iniciados de altas de ERTEs, según la Generalitat de Cataluña, a la demarcación se registran casi 572.549 personas asalariadas que han sido afectadas en algún momento entre el 22 de marzo y el 30 de junio. Esta cifra representa el 28% del total asalariados. Por sectores, al conjunto de Catalunya los servicios de comer y alojamiento es la actividad con más personas trabajadoras afectadas por altas en ERTEs (el 15% del total), a continuación le siguen el comercio al por mayor (8%) y el comercio al por menor (7%). El turismo, que ha tenido que paralizar su actividad durante los meses de confinamiento, ha iniciado expedientes de ERTE a casi 26.600 trabajadores hasta finales de junio (el 4% del total de trabajadores afectados), es decir, la práctica totalidad de los asalariados del sector.
El turismo, uno de los principales motores económicos de los años anteriores, y sus servicios relacionados son los que más sufren en la ocupación los efectos de la parada derivada de la Covid-19, con el sector comercial detrás, y con un alto porcentaje de sus trabajadores en ERTEs
La Diputación de Barcelona y la Cámara de Barcelona han elaborado un año más el Informe territorial de la demarcación de Barcelona, una publicación que hace balance de la evolución económica de la demarcación con los datos del año anterior. Aun así, en esta decimoctava edición, la grave crisis sanitaria, económica y social provocada por la Covid-19 ha condicionado el contenido del informe, recortando una parte de su estructura sobre el año 2019, y ampliando información en lo referente al año 2020.
El estudio continúa analizando la mayor parte de información en lo referente al año 2019 para la provincia y sus comarcas, y este año se completa con un monográfico especial que ofrece datos socioeconómicos y una compilación de propuestas y medidas adoptadas en el segundo trimestre del año 2020 raíz de la excepcional situación sanitaria y económica (datos hasta el 30 de junio de 2020). Además, el informe incluye otros dos monográficos, más temáticos, un dedicado en la globalización y diversificación geográfica de los mercados exteriores, y el otro a la economía del paisaje.
Una crisis provocada por el Covid-19 es asimétrica
Tal como apunta el estudio, esta crisis no se parece a las anteriores que se han producido en la provincia de Barcelona ni por todas partes, ni en sus raíces ni en el análisis de sus consecuencias, con incertidumbres y nuevos instrumentos utilizados para apaciguarla. La crisis originada a partir del confinamiento raíz de la pandemia de la Covid-19 ha dejado una huella sin precedentes en la actividad económica. Según estimaciones de la Cámara de Comercio de Barcelona, el PIB del segundo trimestre en Catalunya se ha reducido un 16,3% respecto al anterior. Aun así, a medida que avanzaban las fases de desescalada del confinamiento hasta la nueva normalidad, la contracción económica se ha ido atenuando de forma intensa.
En la provincia de Barcelona, las empresas se han reducido un 8,8% respecto al 29 de febrero y se sitúan en 170.825, la cifra más baja desde el primer trimestre del 2013. Sin embargo, a finales de junio se empieza a crear ocupación respecto al mes anterior, pero en relación con un año atrás la disminución es de 107.232 personas, un -4,4%. A su vez los puestos de trabajo acumulan una pérdida desde el inicio de la pandemia de casi 125.000 lugares, un -4,8%; la caída ha estado más intensa entre los asalariados (-5,5%) que los autónomos (-1,4%). Paralelamente el número de parados se sitúa en poco más de 358.000 personas, el dato más alto desde el 2015.
Consecuentemente la tasa de paro registral se incrementa anualmente 3,3 p.p. hasta el 13,1%. Por grupos de edad la crisis está afectando con más intensidad al grupo de los jóvenes, con un incremento del 61% interanual de parados y una caída del 13,8% en la ocupación. Por género no se observan muchas diferencias en la bajada de la ocupación interanual (en torno al 4-5% en ambos casos), pero sí en el crecimiento del paro registrado (41,3% en los hombres y 28,3% en las mujeres).
Los beneficiarios totales de prestaciones han aumentado en 399.476 personas desde febrero, hasta las 583.626 personas a finales de mayo, dato que más que triplica la de un año atrás (163.438 en mayo del 2019). El aumento de los beneficiarios proviene sobre todo del crecimiento de personas perceptoras de la prestación de nivel contributivo por ERTOs Covid-19 (tanto por reducción de jornada como por suspensión de contrato), con un saldo neto de +86.780 personas respecto a abril (187.960 altas y 101.180 bajas) hasta las 363.252 (el 62% del total beneficiarios).
Los datos de ocupación a finales de junio muestran disminuciones de los puestos de trabajo a casi todas las actividades, tanto respecto a finales de febrero como un año atrás. La hostelería es el sector que registra la pérdida más importante anual, tanto en términos absolutos como relativos, con 30.313 puestos de trabajo menos en un año, un -15,6%. Le siguen las actividades administrativas y de servicios auxiliares (26.331 lugares menos, el -10,9%) –que incluyen entre otros las actividades de alquiler, relacionadas con la ocupación, las administrativas, las agencias de viajes, operadores turísticos y otros servicios de reservas– y el comercio al por mayor y al por menor (con 17.591 puestos de trabajo menos respecto a un año atrás). Respecto al inicio de la crisis, la educación es el sector que más disminuye el número de puestos de trabajo en términos absolutos y relativos, pero también debido a motivos estacionales.
Por territorios, la demarcación de Barcelona, con un descenso del -10% se sitúa como la séptima provincia donde más disminuye el tejido empresarial, 1,4 p.p. más que la media española (-8,6%). Las reducciones han oscilado entre el -4,3% a Navarra hasta el -13,2% en Baleares.
Análogamente, el número de de asalariados y autónomos según la Seguridad Social también ha disminuido anualmente en todas las provincias, a excepción de siete en el caso de autónomos. Albacete es la provincia que registra el menor descenso de asalariados, -2%, y las Islas Baleares lo más elevado, -17,5%. Barcelona con un -5,5% registra una disminución muy similar a la media española (-5,8%).
En cuanto a los autónomos las disminuciones oscilan entre el -0,1% onubense y el -6,1% de las Islas Baleares. Barcelona (-1,4%) registra también un descenso similar al de la media española (-1,2%). Paralelamente las personas paradas registradas a finales de junio 2020 han aumentado anualmente de forma intensa en todas las provincias entre el 11,7% de Ciudad Real y el 104,3% de las Islas Baleares. Barcelona con un 33,8%, es la 8.ª provincia donde más crecen los parados, 5,7 p.p. más que al conjunto de España (28,1%). Los aumentos más importantes y por sobre o en torno a la media estatal se concentran geográficamente en la parte nordeste de la península, en el Mediterráneo y Andalucía.
Dentro de la demarcación de Barcelona, todas las comarcas están sufriendo los efectos de la crisis sin excepción. Pero las diferencias en la estructura productiva de cada territorio están marcando claramente el nivel de afectación y de recuperación. Así, el indicador de evolución anual del paro registrado refleja diferencias porcentuales comarcales entre el 30 de junio de 2020 y 2019 de más de diez puntos (mapa 2). Las comarcas del centro-norte de la demarcación, con el peso de los servicios más reducido, son las que bajan menos (Bages, y Berguedà), con la excepción de Osona. Por el contrario, Barcelonès, Moianès y la misma Osona son las que más aumentan el número de parados, por encima del 30%.
En el caso de la evolución anual de la población ocupada residente, esta refleja diferencias que se corresponderían en cierto modo con el mayor o menor pes de sectores como el turístico y/o comercial dentro de cada comarca. De este modo, el Maresme, el Garraf y lo Barcelonès son las comarcas con mayor pérdida porcentual de población ocupada entre el 30 de junio de 2020 y 2019. Esto también se denota en los puestos de trabajo asalariado, con el Maresme y lo Garraf al frente de la pérdida, pero no en los puestos de trabajo autónomo, donde Osona, lo Moianès y lo Berguedà obtienen las cifras más negativas.
El periodo antes de la crisis actual, en 2019
El análisis de los datos socioeconómicos de la demarcación de Barcelona anteriores a la crisis actual, las del 2019, ya presentaban síntomas de desaceleración en algunos de los sede principales indicadores socioeconómicos en comparación con el muy buen recorrido previo (2014-2018). Así, el 2019 las cifras de paro caen un 0,7%, la población ocupada residente aumenta un 1,7%, los puestos de trabajo lo hacen en un 1,8%, y el número de empresas se estanca –en los cuatro casos son los resultados menos positivos desde los años 2012-2013.
Aun así, las exportaciones continuaban creciendo, el número de turistas se mantenía al alza y otras actividades como las de servicios de información volvían a aumentar significativamente su volumen. Todo bajo un contexto de crecimiento de la economía catalana del 1,9% del PIB, inferior en seis décimas en el año anterior, pero superior a la media de los países de la zona euro.
El análisis de dos de los principales indicadores laborales desde el año 2006 hasta medios de 2020 muestra claramente la desaceleración en el crecimiento del año 2019 y el crecimiento del paro y descenso de los puestos de trabajo en los dos primeros trimestres de 2020 derivados de la parada económica por la Covid-19. Son variaciones inferiores a las del año 2009, pero atenuadas por instrumentos como los ERTOs o las ayudas a autónomos que podrían (o no) aumentar "en diferido" las consecuencias de la crisis en los próximos trimestres.
LOS DATOS DEL BAIX LLOBREGAT AL DETALLE
ACCESO AL INFORME COMPLETO
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