14F. Alejandro Fernández: La "mesa de diálogo" prueba el acuerdo bajo mano de Sánchez e Illa con ERC"

Alejandro Fernández  (Tarragona, 1976). Presidente del Partido Popular de Catalunya. Diputado en el Parlament desde el 2015, se estrena como candidato de la formación a la presidencia de la Generalitat en las elecciones del próximo domingo 14 de febrero.

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- ¿Cuáles son, Señor Fernández, los principales ejes de la propuesta del PP a los catalanes en las elecciones del próximo domingo?

-Proponemos un cambio de verdad, que supere el conflicto del proceso separatista desde la ley, sin impunidad de nadie pero que genere un Gobierno distinto. Catalunya no puede seguir siendo gobernada por los separatistas ni puede producirse un Tripartito con ERC y PSC que no ha funcionando nunca. Solo el PP tiene la llave para que se produzca un cambio.

- ¿Un buen y eficaz resultado el 14F para los intereses de los populares catalanes cuál sería?

- Tras una etapa muy difícil aspiramos a crecer. Confiamos en ello. La incógnita es saber si lo haremos moderadamente o daremos un salto más importante. Más allá, sin embargo, del propio resultado a lo que aspiro a ser decisivo en provocar el cambio al que hacía referencia para que no se produzca una mayoría separatista ni tampoco la suma del Tripartito.

-¿Qué opinión le genera la imagen de Arnaldo Otegui, referente de la izquierda abertzale y ex miembro de ETA, apoyando en el acto de Girona de ERC a Oriol Junqueras?

-Es un ejemplo del grado de inmoralidad al que muchas veces ha llegado el nacionalismo en Catalunya. Si no son capaces ni de respetar la memoria de personas que han sido asesinadas e invitan a alguien condenado por terrorismo, en este caso por secuestro, ese nacionalismo tiene que ser enviado a la oposición. La decencia tiene que entrar, por fin, en el Palau de la Generalitat.

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-¿Está "herido de muerte" el constitucionalismo en Catalunya?

-Herido de muerte no, pero sí que es cierto que, hace tres años, se perdió una gran oportunidad que Ciudadanos no supo liderar. En la política hay, sin embargo, ciclos y es cambiante. Lo que hay que construir ahora es una nueva mayoría, que no será nada fácil pero hay que tener esperanza. Tampoco en Andalucía nadie creía que podía ser posible la alternancia y se consiguió. Ese mismo espíritu es el que yo pido para Catalunya.

-¿Hasta que punto puede penalizar al PP catalán el inicio del juicio, precisamente ahora, sobre la denominada "caja B" de la formación popular y las revelaciones de su ex-tesorero Luis Bárcenas?

-Le reconozco que no suma pero estoy convencido de que los catalanes saben pefectamente diferenciar lo que ocurrió hace muchos años con el momento actual. Hoy no hay ni un solo caso de corrupción en el PP y sí en cambio, por ejemplo, en otras formaciones como el PSC con la imputada alcaldesa de L'Hospitalet, Núria Marín o la candidata Laura Borràs, también señalada por corrupción. La justicia determinará lo que considere oportuno en el caso de Bárcenas pero son situaciones de épocas y de directivas anteriores.

-¿En qué medida le preocupa la más que probable irrupción de Vox en el Parlament?

-La verdad es que yo soy un entusiasta de la democracia pluralista. No creo en los "cordones sanitarios" y evidentemente respetaré lo que los catalanes decidan pero sí me gustaría lanzar un aviso:  las fuerzas políticas equivalentes a lo que hace Vox en España (hablo de Le Pen, Umberto Bossi o Mateo Salvini) han generado una gran inestabilidad e inogobernabilidad a sus países. La ciudadanía debe reflexionar y si lo que quiere es estabilidad y que las cosas funcionen, se necesita un partido de centro derecha como el Partido Popular Europeo que gobierna la mayoría de instituciones con dirigentes serios como Angela Merkel, que el equivalente al PP porque es nuestra formación en Europa.

-¿Confía en que el electorado "constitucionalista" vea la opción del PP como la más "útil?

-Es evidente que el Partido Popular siempre ha sido voto "útil" porque es el que ejerce de alternativa al "sanchismo" y al "separatismo". Al final, cuando el PP es fuerte la izquierda y el nacionalismo salen. Cuando nuestra formación tiene problemas, la izquierda y Sánchez se quedan. Todo lo que contribuya a dividir el voto ya no aglutinarno en el Partido Popular ayuda siempre a la izquierda a seguir en el poder.

-¿A quién puede perjudicar más un escenario de una acusada abstención en un escenario tan inédito provocado por la pandemia?

-Creo que perjudica a la democracia para empezar. Hago un llamamiento a la gente para que vaya a votar como va a comprar el pan o como va a muchas actividades permitidas a partir de las medidas de protección decretadas. Lo que sí que creo es que los separatistas van a ir a votar y, por lo tanto, si la gente quiere que no decidan por ellos es el momento de ir a votar con todas las medidas de seguridad. Yo lo haré con mi familia y con toda la confianza de que es seguro hacerlo.

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-¿Por qué tipo de pactos postelectorales cree que puede decantarse el presidenciable del PSC, Salvador Illa?

-Por los que han aplicado siempre. El pacto que tienen Pedro Sánchez con Oriol Junqueras en La Moncloa y en todos los ayuntamientos catalanes en los que le da la suma. Es la fórmula que permite la supervivencia de Sánchez y la que intentarán tras el 14F si pueden. Solo puede impedirse con un Partido Popular reforzado en las urnas.

-¿Qué beneficios puede suponer para Catalunya una "mesa de diálogo" con la Generalitat invocada por el Ejecutivo del PSOE y Unidas Podemos?

-El diálogo es bueno si es dentro de la ley pero esta "mesa de diálogo" se está realizando con puntos del orden del día al margen de la misma. Quieren hablar de autodeterminación y de amnistía y  ni la autodeterminación es una figura legal, porque se reserva a las colonias ni la amnistía cabe en nuestro ordenamiento jurídico porque solo se aplica cuando se pasa de una dictadura a una democracia y España es una de las grandes democracias del mundo. Lo único que consigue Pedro Sánchez es oxígeno en su pacto con ERC. La "mesa de diálogo" es, precisamente, la prueba del acuerdo bajo mano entre Sánchez e Illa y los republicanos aunque en campaña lo oculten.

-Desde fuera, da la sensación de que el líder del PP, Pablo Casado, le está dando a usted y a su formación en Catalunya unos niveles de autonomía y de maniobrabilidad bastante inéditos comparados con otras épocas de un gran intervencionismo en todos los aspectos desde "Madrid".

-Así es y la verdad es que es muy importante. Nosotros somos un partido de ámbito nacional y evidentemente compartimos un proyecto con todos nuestros compañeros del PP del resto de España pero creo que es relevante que nuestra formación en Catalunya tenga su visión, su proyecto propio. No se tiene que confundir con debilidad sino todo lo contrario, ayuda a tener más firmeza que nunca contra el separatismo desde un proyecto de centro derecha propio.