​Los dólares de Qatar tapan los 6.500 trabajadores muertos

La vida está llena de contrastes, de diferencias de todo tipo y cado uno las  explica según le va, sin importarle, a la mayoría, lo que le sucede al vecino. Qatar es un país rico gracias al gas y el petróleo que guarda en sus entrañas. Eso le han convertido en el país más rico del mundo, que le permite gastarse unos 200 mil millones de dólares en infraestructuras y estadios para el mundial de futbol del 2022. Aparentemente este es un país feliz para sus habitantes. Eso sí, solo para los nacidos allí o los extranjeros de cierto nivel.

Xavi Hernández (EP)

Para llevar a cabo todas las construcciones necesarias para el mundial, el país no ha dudado en contratar mano de obra de países pobres. Eso le permite al gobierno pagar sueldos de 200 euros al mes por más de 12 horas diarias de trabajo. Las condiciones de estos trabajadores que proceden de Nepal, India, Filipinas y otros países pueden considerarse de semiesclavitud en pleno siglo XXI. Un país de contrates: lujo para los ricos y miseria para los pobres pese a que el dinero fluye en ese país.

Las personas ya nos hemos acostumbrado a asimilar las cifras de muertos como algo natural, que en muchos casos nos dejan indiferentes o a lo sumo nos arrancan una exclamación: ¡qué barbaridad! Para acto seguido continuar con lo que estábamos haciendo. Esta semana un diario inglés ofrecía un reportaje sobre los trabajadores que han muerto en Qatar desde que empezaron las obras faraónicas para el mundial: unas 6.500 personas se han dejado la vida en ese trabajo, donde las medidas de seguridad de todo tipo dejan mucho que desear. Estas son las cifras oficiales, pero hay otras que aumentan ese número considerablemente. Son unas cifras que no deberían dejar a nadie indiferente, incluido el mundo del fútbol, que mira para otro lado como si el tema no fuera con ellos, cuando tienen mucho que decir por aceptar que el mundial se celebre en este país donde los derechos humanos están cuestionados. Claro que el dinero es el dinero y lo tapa casi todo. ¿Cuánto habrán pagado los jeques para acallar a los dirigentes? Unos cuantos millones que consiguen los mandatarios cataríes en un par de horas en las ventas de gas o petróleo.

Nos llama la atención cómo jugadores españoles han pasado por ese país durante algunas temporadas. Algunos aún siguen allí y hablan de lo maravillosa que es su vida en ese país. Seguro que no se han dignado a visitar “las mansiones” de esos trabajadores de 200 euros al mes y 12 horas de trabajo.

Algunos de los jugadores que han estado allí: Fernando Hierro, Ronaldo, Raúl González, los hermanos de Bóer. Todos ellos estuvieron poco tiempo, pero hay dos que siguen muy vinculados: Xavi Hernández y Pep Guardiola, dos embajadores del mundial 2022 de Qatar. El primero aún continua y se muestra encantado de su vida. “Pero debo admitir que me gusta prácticamente todo lo relacionado con vivir en Catar. El clima es increíble, con sol casi todos los días, y es un lugar muy relajante para trabajar ya que la gente es muy respetuosa y amable. También es un país muy seguro con muy pocos delitos, por lo que es un gran lugar para criar una familia”. Eso decía Xavi no hace tanto tiempo, y cuando se conocían las condiciones de trabajo y los fallecimientos de miles de trabajadores. Todo un ejemplo de solidaridad. Pero se olvida de explicar la situación de las mujeres, a quienes se hace ir completamente tapadas, paso y medio por detrás del marido, ocupándose de los hijos y levantándose el velo en cada cucharada. Un lugar perfecto para educar a sus hijas. Es la vida de rico de un hombre que dice “Qatar no es una democracia, pero funciona mejor que España". En un país democrático, la gente debería poder votar. Estas son algunas de las frases del Xavi Hernández, en un país donde la democracia brilla por su ausencia, pero como es amigo de la familia real que gobierna el país, a él no le importa, solo ve lo que quiere ver mientras va engrosando su cuenta corriente…