Estos últimos tiempos, los Comunes con Ada Colau al frente de ellos, además de alcaldesa de Barcelona, no las tenían todas consigo. Su imagen no es nada buena dentro de la ciudad que preside, o mejor dicho que destroza. Pero siempre busca disponer de un as en la manga para intentar sacar cabeza de los momentos malos, que son unos cuantos. Con las encuestas que los comunes manejan, los resultados no son para echar cohetes, sino para coger la de Villadiego. En eso debió pensar Colau cuando se le “apareció” la virgen en forma humana llamada Yolanda Diaz, quien también con las encuestas y las predicciones de Ivan Redondo la ha llevado a la nube de pensar que puede llegar a ser la primera mujer que llegue a Moncloa, no para cambiar su decoración, sino para sentarse en el sillón de mando. Ahí vio la luz la alcaldesa barcelonesa. Era la oportunidad de dar el salto a la villa y corte y tener la posibilidad de ser ministra de algo - es como el cuento de la lechera-, lo que sea para salir por la puerta grande.
La segunda vez que le ha tocado “la lotería” a Ada Colau ha sido con el acuerdo alcanzado por su persona de “confianza” en el Parlament de Catalunya, Jéssica Albiach, y su equipo negociador, que después de que la CUP se negara en redondo a apoyar los presupuestos de Pere Aragonés y Giró, recurrieron a ellos. No se lo pensaron dos veces, como suelen hacer, dijeron que sí, dejando a los socialistas de lado. A cambio del sí a los presupuestos , aprovecharon la ocasión para doblarle algo más que la mano a Ernest Maragall que, obedeciendo órdenes, votaría afirmativamente los presupuestos municipales, cuando días antes había dicho lo contrario. Una carambola redonda de los dirigentes comunistas que copan los Comunes.
Estas dos operaciones “gloriosas” han hecho que ellos encendieran la mecha de los cohetes que les ha lanzado al espacio sideral: se quitan de encima a los socialistas en el Parlament y le doblan la mano al candidato que, según las encuestas, más posibilidades tienen de ganar las elecciones… Decía la famosa actriz y cantante norteamericana Barbara Streisand, que “ Las personas son sus principios”. Una buena definición para catalogar a Colau. ¿Cuáles son sus principios? Están clarísimos: aquellos que más le convenga en todo momento. Hay una frase que se le atribuye a Groucho Marx que dice “Estos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros”.
Con las jugadas “maestras” que han realizado los comunes de Colau, que también tienen sus veleidades independentistas – aunque algunos compañeros le llaman pagafantas-, se las prometen muy felices, pero le deberían preguntar a sus afiliados y votantes si están de acuerdo con el pacto con ERC. Albiach ha declarado hace solo unas horas que ese acuerdo es “un inicio de lo que vendrá a lo largo de la legislatura”. Lo cierto es que a lo largo de la historia los Comunes, con diferentes siglas, pero siempre con las mismas ideas de comerse todo lo que se ponga a su alcance, han jugado con su ambigüedad ante el independentismo . Quizás por eso, Pere Aragonés se sienta más cómodo pactando con ellos que con los socialistas, primera fuerza de la oposición. ¿Le saldrá bien la jugada a Colau? Puede parecer que si en un primer momento, pero de la imagen no se vive, se sobrevalora y eso no va a cambiar su mala gestión al frente del ayuntamiento de Barcelona. Aunque falta poco más de año y medio para las elecciones municipales, si no ocurre un milagro, sus apoyos asociativos - que no están subvencionados- ya le han puesto la proa: no se la creen , afirman que les mienten, y está claro que no la van a dejar tranquila. Tiene ya demasiados sectores sociales en contra, desengañados de sus promesas. Por esas y otras cosas más, su optimismo puede durar lo que un caramelo en la puerta de un colegio.
Escribe tu comentario