Estamos inmersos en algo tan degradante, poco profesional y lamentable de la política del postureo que realizan algunas de las personas que tienen responsabilidades de gobierno. Postureos que quieren dar a entender la “dignidad” de sus principios - ¿ideológicos?-. Nada más lejos de la realidad. Los que ganan elecciones, porque los han votado, siempre suelen decir en sus discursos de investidura la famosa frase - que ya nadie se la cree- “gobernaré para todos”. Una frase que queda para la historia de aquellos que tienen memoria o hemeroteca, La realidad se deja ver al poco tiempo de hacerse con el mando. Los políticos pueden mentir, no cumplir y hacer lo que consideren sin importarles lo que piensa la ciudadanía, que no los súbditos como algunos/as se piensan que son los votantes.
Este lunes Barcelona se ha convertido, una edición más, en la sede del Mobile World Congress, un acontecimiento que muestra a la ciudad condal como escaparate de las nuevas tecnologías. En torno al mismo se reúnen las empresas más avanzadas que quieren mostrar sus nuevos productos. Es una gran ocasión de vender, Barcelona, Catalunya y España. Así lo han entendido desde el primer momento los gobiernos aunque con visiones distintas.
En esta edición, ya de normalidad - sin covid- como viene siendo costumbre, a la cena previa y a la inauguración del salón acudían el Rey Felipe VI, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez y otras autoridades. Como también suele ser habitual, y con la táctica de postureo, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, han plantado al Rey - y de paso al presidente del Gobierno- ausentándose del saludo protocolario como muestra de rechazo a la monarquía. Eso sí, después se han sentado en la misma mesa a cenar y han saludado al monarca, sin focos. Un gesto contradictorio e impropio de los que dicen “gobernar para todos”. Una vez más han quedado patentes dos cosas: que solo gobiernan para los que les votan y dos, que han dado muestra de una falta de respecto, así como eludir la responsabilidad de su cargo. Le entra en sus sueldos. Decía Felipe González que “al gobernar aprendí a pasar de la ética de los principios a la ética de las responsabilidades”.
Si la alcaldesa de Barcelona y el presidente de Generalitat obran de esa manera, saltándose las normas, la hospitalidad, la educación, la obligación de su cargo, ¿por qué los ciudadanos no pueden hacer lo mismo delante de ellos y pasar de las normas que piden respetar? Sencillamente porque sus actos no tienen consecuencias y además quieren demostrar que ellos están por encima de todos, incluso de la mala imagen que dan no solo en España, sino en el mundo. No les importa, sus obligaciones son a la carta. Decía Gandhi: “Es incorrecto e inmoral tratar de escapar de las consecuencias de los actos impropios”.
La imagen de Colau y Aragonés, una vez más, ha sido lamentable e innecesaria. ¿Alguna vez dejarán de hacer el numerito y comportarse como corresponde a sus cargos? Los ejemplos los tienen delante: el Rey asiste y no se opone a nada, lo mismo que el presidente del Gobierno. Los dos cumplen con sus obligaciones, aunque en más de una ocasión traguen saliva. Saben que es lo que les toca, son un ejemplo de que deberían aprender el dúo de la Plaza de Sant Jaume. Dejen el postureo de lado y asuman sus responsabilidades, les guste o no.
Escribe tu comentario