Con Pam “lo que no puede ser no puede ser y además es imposible”.

El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, es uno de esos libros que en algún momento de la vida hay que leer por muy tocho que parezca en  número de páginas – según la edición puede ir desde las 800 a las 1.200 páginas -. La obra de Cervantes es de un valor extraordinario y refleja muy bien la sabiduría popular, en la figura de Sancho Panza, mientras que el hidalgo caballero Don Quijote ahonda en los valores, virtudes y defectos humanos: la libertad, la justicia, el honor la solidaridad, la ira. Dos personajes entrañables que ven la vida y las cosas de manera muy diferentes; uno es realista, el otro un soñador idealista. A pesar de haber sido escrita en 1609,  su vigencia ha traspasado siglos.  

La realidad que refleja Sancho Panza se puede ve claramente en su comportamiento, reflexiones en el día a  día y en sus frases, fiel reflejo de lo que se vivía en esa época. Hay una de ellas que a través de los años ha pasado a formar parte del vocabulario popular y se suele utilizar muy menudo. “Lo que no puede ser no puede ser y además es imposible”.  Esta frase tan ilustrativa es aplicable a la Secretaria de Estado de Igualdad y Violencia de Género, Angela Rodriguez, Pam para sus colegas y amigas. Pam, es de esas personas que olvidándose del cargo que ocupa - que no respeta,  degrada y avergüenza- campa a sus anchas una semana sí y otra también.

En plena manifestación del 8-M con sus colegas y su jefa Irene Montero al lado, con la que está cayendo, no se le ocurre mejor idea que dejarse grabar un video cantando: “¡Qué pena que la madre de Abascal no pudiera abortar!” ¿No es una mujer la madre del político de Vox? De lo que se trata es de echar más leña al fuego, sin importarle las consecuencias de una irresponsabilidad de alguien que forma parte del gobierno de España. Como era de esperar, las reacciones no se han hecho esperar por parte de la derecha: pedir la dimisión o cesar a Angela Rodríguez, Secretaria de Estado de Igualdad y Violencia de Género. Entre ellos el partido de Abascal, PP y Ciudadanos, que han sido los primeros. Alguna Ministra que le han preguntado ha sido “prudente” y solo ha declarado que no ha estado bien, sin entrar en materia. Mientras que el representante de los Comunes, coaligados con Podemos, Jaume Asens, no ha querido responder a las preguntas de los periodistas que insistían en conocer su opinión sobre este tema, y eso que Asens es de los que opinan con mucha facilidad.

¿Pero quién es Angela Rodriguez? Dicen que estudió filosofía, no se nota, y a punto de cumplir 34 años, no se le conoce  trabajo en la empresa privada. Lleva unos cuantos años viviendo de la política y cambia de aliados  en su partido dependiendo de sus intereses. En Galicia, su tierra natal, ha montado unas cuantas trifulcas con sus compañeros, pero no ha ganado la batalla. Hasta el 2021 era errejonista , cambió cuando le ofrecieron el cargo actual en sustitución de Noelia Vera, transformándose en amiga inseparable de Irene Montero - una actitud muy feminista, porque como se suele decir “quien a buen árbol se arrima, buena sombra la cobija”-. La Pam formó parte del séquito de Montero en su viaje “espectacular” a Nueva York, donde fueron múltiples las fotografías en grupo del cuarteto de Nueva York, una especie de viaje de fin de curso de un grupo de amigas, no de una representación del Gobierno. Un ejemplo que dejó a unos cuantos millones de personas sin aliento. Para ellas la política es un juego, no un servicio a la ciudadanía, y la oportunidad de disfrutar de su cargo.

El problema creado por Angela Rodriguez, de “Desunidas Podemos” es un dolor de cabeza más para el presidente del Gobierno Pedro Sánchez- como sino tuviera ya suficientes-. El conflicto está servido y sólo tiene dos soluciones: que Pablo Iglesias le diga que presente su dimisión - cosa que dudo- o que el presidente del Gobierno la cese. ¿Cuál de las dos se llevará a cabo? Si la cesan desde Moncloa, la coalición de Gobierno salta por los aires. Si no lo hacen, seguirá teniendo un problema y una desautorización pública. Así que en cuestión de horas alguna cosa tendrá que pasar. Alguien debe conseguir hacer de bombero para apagar el fuego , con el viento que se ha levantado va a ser complicado hacerlo.