Cascada de denuncias sobre la residencia Sophos de Sant Joan Despí, donde han muerto 29 personas
El coronavirus ha dejado más de 3.400 muertos en las residencias catalanas, es decir, un tercio de las muertes que esta enfermedad ha provocado en Catalunya.
El coronavirus ha dejado más de 3.400 muertos en las residencias catalanas, es decir, un tercio de las muertes que esta enfermedad ha provocado en Catalunya.
Los familiares ven “mala praxis” en la gestión de las direcciones de los centros y presentan denuncias. La Generalitat está realizando un estudio para cambiar el modelo asistencial, y no sabe nada de los “recursos” enviados en marzo por el Ministerio de Derechos Sociales. Los Ayuntamientos se han visto desbordados y han hecho lo que han podido dentro de sus competencia limitadas. Las direcciones de las residencias creen que han aplicado bien los protocolos. Y mientras tanto los muertos y los infectados crecen en número.
Pero lo cierto es que a los mayores muertos por Covid-19, por acción o por omisión, nadie les retornará la vida perdida ni les compensará por el sufrimiento padecido. Sus familiares no descansarán hasta saber, por qué la atención no ha sido la esperada en el final de sus días, y piden que se depuren responsabilidades.
¿QUÉ FALLÓ Y SIGUE FALLANDO EN LA RESIDENCIA SOPHOS DE SANT JOAN DESPÍ?
Los testimonios de los familiares son concisos y llenos de detalles que lamentablemente se repiten mucho en la comarca del Baix Llobregat y más allá.
Una familia relata a VILAPRESS: “nuestra madre era residente de Sophos de Sant Joan Despi. Todo empezó el 17 de marzo tras llamar a la residencia. En ese momento observamos que le costaba respirar y que se ahogaba. Un año antes había sufrido un Ictus que la dejó con medio cuerpo paralizado y era alimentaba por sonda y no podía hablar”.
En aquel momento desde el centro lo que les dicen es que “se ha resfriado y que respira por la boca”.
Por aquellas fechas ya se había decretado el Estado de Alarma, unos días antes, el 13 de marzo y aquí empieza todo porque “la residencia no tomó ninguna medida de aislamiento ni traslado”. Como en otros centros el acceso a la información se cortó de golpe “ y nos estuvieron ocultando el verdadero estado de salud de nuestra madre”.
Unos días después el 22 de marzo “nos llamó una de las doctoras del Equipo de Atención Residencial (EAR) y nos dijo que mi madre tenía una Insuficiencia respiratoria y que la trasladan al hospital”.Entonces fue cuando falló el SEM y el 112. Tuvieron que insistir reiteradamente en las llamadas al 112 ( teléfono de emergencias médicas) y “después de 6 horas esperando en el parking de la residencia llegó la ambulancia”
Los familiares lo tienen claro “nuestra madre estuvo agonizando sin oxígeno toda la semana y llegó en un estado precario (como dice el informe del Hospital General de Hospitalet). Con deshidratación hipernatrémica y descompensación diabética”.
Esta mujer murió dos días después, “el día 24 nuestra madre fallece en la unidad de cuidados paliativos. No se la ingresó en una UCI sinó que se le administró un tratamiento para amortiguar un sufrimiento de días”.
Pero todavía hay más. Comunicado a comunicado Sophos iba informando, “a su manera”, del empeoramiento de la situación en el interior de esta residencia de Sant Joan Despí.
Los familiares relatan que “empiezan a ponerse enfermos y a fallecer muchos residentes”, en el último cómputo se cuentan 29 personas, y “también se ponen enfermos los trabajadores, cerca de 48 al mismo tiempo, por lo que la situación de la Residencia llega a ser muy delicada”.
Para la dirección de la residencia muchos fallecimientos se pueden asimilar a la situación anterior de los residentes porque son “residentes PPC”, es decir, pacientes crónicos complejos. “Se hizo lo que se pudo. Recibimos apoyo del Equipo de Atención Residencial (EAR) de Sant Joan Despí y algunos murieron en el Hospital General de Hospitalet de Llobregat”.
Para los familiares la clave de lo ocurrido en Sophos está en que los “trabajadores no tenían acceso a EPIS. No se pudieron proteger y los infectados fueron muchos, hasta 48”. Además añaden “ la manera de actuar con nuestros familiares que empezaron con síntomas ha sido un aislamiento excesivo”.
Así por ejemplo relata otro familiar “mi madre comenzó con síntomas el día 24, con diarreas y la metieron en la cama. Posteriormente el día 4 de abril cuando hicieron test dio positivo. Pero la han mantenido aislada y encamada 60 días”.
Muchos no se lo explican “si vas a tener a una persona tantos días encamada tienes que prever cambios posturales porque sinó se llagan, cosa que ha ocurrido con muchos de ellos”.
Las úlceras de decúbito o también conocidas como úlceras por presión, son lesiones que aparecen en la piel. Mayormente afectan a personas con dificultad para movilizarse, utilizan sillas de ruedas o se encuentran encamados y deben permanecer en una misma posición durante mucho tiempo.
En el caso de las personas mayores, cuando ésta se encuentra inmovilizada o pasa varias horas al día en la misma posición se produce una fricción o presión sobre determinadas zonas corporales que provoca la rotura de los vasos sanguíneos. Esta rotura impide una correcta oxigenación del organismo, provocando la muerte celular y, como consecuencia, favorece la aparición de llagas posturales o lesiones en la piel.
El caso es que con tanto personal de baja “no se han hecho las cosas con la atención mínima” afirman los familiares. “Hay muchos de ellos llagados, y el Ayuntamiento lo único que ha hecho es dar 75 mascarillas y con eso no se protege durante mucho tiempo a nadie”.
Los familiares creen "que no se han respetado los protocolos. En las residencias los trabajadores no pueden cambiar entre plantas libremente, tienen que tener asignada una en concreto para parar la propagación del coronavirus y esto no se ha respetado. Los trabajadores han realizado su trabajo entre plantas sin tener presentes esta prevención y la dirección lo ha permitido”.
Al tener que incorporar personal además “los nuevos trabajadores no conocían bien a los residentes. Algunos tienen ceguera y no les daban bien de comer porque no eran conscientes de esta discapacidad. ¿Cómo puede ser?. ¿No se hace bien la coordinación?”, se preguntan preocupados e indignados los familiares.
En esta “residencia se pusieron unos horarios para poder comunicarse con los familiares y estos no los han cumplido. Han fallado en la comunicación y en la profesionalidad en la atención”. Y la queja es generalizada “lo estamos pasando fatal con esta situación. Hay infectados a los que no les repiten los tests ni les dejan salir de sus habitaicones. Es una situación insostenible”.
Familiares de Sophos: “ Lo estamos pasando fatal, los han tenido encamados 60 días, solos y sin ver el sol. Nuestros familiares pueden morir de tristeza”
Los familiares en relación a Sophos dicen “hay mucha rotación de personal, hay muy pocos fijos, esta dirección aprieta al personal y no les han dado ni les dan medios para realizar bien su trabajo con nuestros familiares. Pedimos formalmente por escrito geles y se nos negó, no hay suficiente material de protección y el poco que hay se tiene que compartir semanalmente ,y esto a día de hoy sigue pasando”.
AFARES es la Asociación de Familiares de la Residencias Sophos de Sant Joan Despí.
Y añaden con mucho pesar: “Tras estar aislados casi dos meses, es un problema. ¿No han pensado que pueden morir de tristeza?. ¿Cuándo podremos ir a verlos?”.
En esta residencia coinciden: “ no se han hecho tests de sangre a nadie. Aquí los únicos trabajadores que se han salvado son cuatro de casi 50, el resto ha caído infectado por coronavirus. Pero es que al no tener gel desinfectante, se han tenido que lavar las manos continuamente. No lo entendemos”.
Otros afirman que a sus familiares no los llevaron a un centro hospitalario porque “ no hacía falta", les dijeron, "lo que le van hacer allí lo podemos hacer aquí” y el tratamiento consistió en “suero, cortisona, antibiótico y oxígeno”. Pero allí “había pacientes que circulaban sin problemas por todo el centro, sin que nadie se lo impidiera, abriendo y cerrando habitaciones, mientras los profesionales no hacían nada. No se han respetado los espacios ni las cuarentenas. Pero, ¿por qué?, ¿para qué tantos protocolos que no se han cumplido?”.
LOS DIRECTORES CREEN QUE LES HAN DEJADO SOLOS
Los directores de los centros donde existen denuncias no quieren hablar a cara descubierta pero algunos admiten que cuando “el covid entra en una residencia es superinfeccioso. Los usuarios son muy vulnerables y no tardan en fallecer o ponerse muy graves y los profesionales que les cuidan también enferman y hay muchas bajas, en los equipos”.
Sobre la ayuda de los entes públicos dicen que “nos han dejado solos. Del Gobierno solo hemos visto a la UME desinfectar y han sacado muchos protocolos, pero enviar material muy poco, para el que necesitamos, alguna caja, algunas mascarillas, algunos geles, pero no llegan EPIS completos, Eso sí darnos ánimos, el que quieras y más, pero lo que necesitamos son recursos, no palmaditas en la espalda”.
Y a los familiares les lanzan un mensaje con respecto a las administraciónes “queremos que sepáis que nos han dejado solos, sin personal ni material, hemos hecho lo que hemos podido”.
LLEGAN LAS DENUNCIAS
En la residencia Sophos los familiares están unidos y agrupados. Con 29 fallecidos en un centro de 117 plazas, han perdido la vida el 26% de los residentes. Una cifra muy elevada para que “nadie” se responsabilice de lo ocurrido.
Las denuncias ya las tiene en sus manos la Fiscalía de Catalunya que para empezar las ha admitido a trámite y ha iniciado las investigaciones oportunas, requiriéndole información al Departamento de Salud de la consejera catalana, Alba Vergés.
En Sant Joan Despí se han muerto por el Covid-19 personas con nombres y apellidos, con edad avanzada, que tenían que haber sido cuidados y protegidos, porque era su derecho que lo hicieran en este centro Sophos y en todos los centros. Pero parece que no ha sido así a la luz de lo que declaran sus familiares que han aportado todas sus pruebas ante la justicia.
Los fallecidos merecían una “muerte digna” rodeados de los suyos en su último adiós y con la mayor calidad asistencial. Las administraciones no han estado a la altura y en los centros, algunos, no todos, la “atención” ha dejado “mucho que desear”.
EL CENTRO SOPHOS: 15 AÑOS DE HISTORIA
En el mes de junio de 2005, se pusó en marcha el Centro Residencial Sophos de Sant Joan Despí. En un edificio de tres plantas alberga 117 plazas residenciales y 25 plazas de centro de día. Es como muchos un Centro Colaborador del “Departament de Treball, Afers Socials i Famílies”, de la Generalitat de Catalunya, y desde enero de 2006, dispone de 50 plazas de Residencia y 15 plazas de Centro de Día colaboradoras.
Afirman en su página web que “trabajan para dar la respuesta más adecuada a las necesidades de las personas usuarias, mediante una atención centrada en la persona y teniendo en cuenta los derechos humanos de privacidad, intimidad, dignidad, respeto y libertad; donde cada persona controla su propia vida”.
A la vista de lo que afirman los familiares de sus residentes ha habido “muchos derechos” no respetados.
De la mano de su único administrador Ignacio Aleta el grupo está diversificado en poblaciones como Sant Vicenç dels Horts, también en el Baix Llobregat y Barberà del Vallés. Facturan cerca de 6 millones de euros pero en palabras de familiares y trabajadores “parece que no tienen dinero para la compra de material protector básico. Y mientras las cosas va bien el trato es bueno pero cuando las cosas se complican no están a la altura”.
EL MODELO ASISTENCIAL DE LAS RESIDENCIAS HACE AGUAS
En 2019 el sindicato de infermería SATSE denunció en un estudio el grave déficit de enfermeros que sufren las residencias en España, con sólo 0,06 profesionales por cada cama, "haciendo imposible ofrecer una atención y curas con la seguridad y calidad que las personas grandes se merecen", denuncia el sindicato.
Con la pandemia del Covid la capacidad en estos centros "no ha mejorado nada, incluso está peor", explica Rafael Ruiz Reina, responsable del sector sociosanitario de SATSE Catalunya, a CatalunyaPress.
El personal de las residencias se ha visto empujado a una lucha que en muchas ocasiones no podían ganar, porque no tenían capacidad. Por este motivo ahora desde SATSE reclaman más profesionales para no repetir "errores del pasado".
Del mismo modo, desde el sindicato piden que las instituciones hagan una "auditoría integral" para conocer la situación real que se vive en las residencias de Catalunya, con independencia de que sean públicas, privadas o concertadas.
CatalunyaPress preguntó a la consellera i portavoz del govern, Meritxell Budó, si atenderían a las reivindicaciones del sindicato:
Rueda de Prensa Generalitat 19/05/20. Pregunta CatalunyaPress.
En la respuesta, la portavoz del Govern, Budó remarcó la diferencia entre las residencias de titularidad pública y privada, intentándo distanciarse de lo que ocurre en los centros controlados por empresas. Desde el sindicato, admiten que las residencias públicas tienen mejores condiciones que las privadas: "Están en las antípodas", dice Rafael Ruiz Reina.
En la residencia Sophos han muerto 29 personas, hay una cascada de denuncias como también las hay en el Centro Sociosanitario Federica Montseny de Viladecans, un centro de titularidad pública.
Alguién va a tener que dar muchas explicaciones y por el momento, el Vicepresidente y Ministro de Derechos Sociales, Pablo Iglesias, ha afirmado que las competencias están delegadas 100% a las comunidades autónomas y que les dieron recursos en marzo para que atendieran bien a las residencias.
¿Llegaron esos millones a Catalunya? , si llegaron, ¿cuándo llegaron? y ¿en qué se emplearon?. Pero si no llegaron, ¿por qué no llegaron?.
En todo caso al pasarse la pelota entre administraciones demuestran falta de empatía y calidad humana. Hay 3.400 personas mayores muertas, un poco más de respeto, por ellos y sus familias, ¡señores!.
Seguiremos informando…
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