Ha muerto el padre Celestino el "cura obrero" que ayudaba a todo el mundo en Viladecans

El sacerdote Celestino Bravo Nieto, coloquialmente conocido como "padre Celestino" en Viladecans,  fue durante 58 años rector de la iglesia de Santa Maria de Sales y ha muerto este domingo a la edad de 94 años. Fue medalla de honor de la ciudad en 2009,  y ha dejado un recuerdo inolvidable en Viladecans por su trabajo en favor de las familias más vulnerables. 

Celestino Bravo nació a Somolinos (Guadalajara) el 6 de abril del 1928. De joven entró al seminario de Sigüenza, pero en 1944, con dieciséis años, a causa de una enfermedad en un ojo emigró a Barcelona para ser tratado incorporándose al seminario de la ciudad condal. 

En 1954 fue ordenado cura, y fue vicario en Sant Celoni y en San Salvador de Horta en Barcelona. En 1958, a causa de la agravación de la enfermedad de su ojo, fue operado y, posteriormente hizo la recuperación en el Hospital de Viladecans. Lo nombraron cura del hospital, y empezó a hacer algunos servicios en la parroquia del pueblo. Durante su estancia en el Hospital de Viladecans se dedicó a los enfermos y en 1962, con la configuración del nuevo barrio del Poblado Roca y junto con el Albarosa, fue nombrado rector de la iglesia Santa Maria de Sales.

Para 1967  inauguró la iglesia de Santa Maria de Sales, sede de la nueva parroquia. Celestino Bravo creó, con vecinos del barrio, la entidad “Fraterna Ayuda Cristiana” donde se hacían aportaciones monetarias para ayudar personas con enfermedades. 

El padre Celestino, el cura que se enfrentó a la poderosa Roca

En la primera huelga general, de 1971, el padre Celestino, convirtió la parroquia en un punto de referencia para los trabajadores. Puso la iglesia al servicio de los pobres, de los trabajadores y reivindicó el derecho de huelga en su hoja parroquial.

Vídeo del Padre Celestino en defensa de los trabajadores de ROCA/ @CCOO

Entre los años 1971 y 1976 apoyó a las reivindicaciones laborales de los trabajadores de la compañía Roca, implicándose de manera decisiva: Acogió la caja de resistencia de la huelga de 1971 en la cuenta de la parroquia, en su iglesia se almacenaron alimentos para los huelguistas, 
publicó una defensa de los derechos de los trabajadores en la hoja dominical de noviembre de 1971
En la huelga de 1976 acogió las asambleas de los trabajadores dentro de la iglesia y en una ocasión impidió el acceso de la policía en el interior del templo durante el cierre de 120 trabajadores el 2 al 5 de marzo de 1976. .

El 2 de marzo del 1976, 120 trabajadores de la Roca en huelga, se encerraron en la iglesia de Santa Maria de Sales, con el apoyo del padre Celestino que era un cura joven y de pensamiento progresista, que les apoyó en sus demandas. 

Nunca puso ninguna objeción porque algunas de las asambleas se celebraran en su iglesia, y ofreció siempre ayuda a quien más lo necesitaba. En plena huelga, hizo un comunicado que tituló “La lucha de Roca. Reflexiones de un cura”, donde afirmó que “las asambleas que se hacen en la iglesia te hacen pensar en las asambleas de los primeros cristianos, cuando eran perseguidos, cuando tenían todo el mundo en contra y luchaban y sufrían por algo que les daba valor”.

El 15 de febrero del 2008 se hizo un homenaje ciudadano a Celestino Bravo con motivo de los 50 años de residencia en Viladecans. En febrero del 2009 recibió la Medalla de Honor de la Ciudad otorgada por acuerdo del Pleno Municipal del Ayuntamiento.

En el año 2009, con motivo de unas movilizaciones de los trabajadores de la Roca de Viladecans, Gavà, Alcalà de Henares y Alcalà de Guadaira contra un ERE, el padre Celestino Bravo hizo un último servicio a los trabajadores de esta empresa, siendo portavoz de las reivindicaciones en un acto público. Hace dos años decidió jubilarse a los 92.

Vídeo del Padre Celestino en sus 43 años en la Parroquia.

VILADECANS DESPEDIRÁ A SU CURA BUENO

La capilla ardiente del padre Celestino se podrá visitar este lunes en el Tanatorio de Viladecans a partir de las 18:00h

Este martes, 28 de junio, a las 10 horas, tendrá lugar una misa funeral en la que fue su parroquia,Santa Maria de Sales, con la presencia del obispo de Sant Feliu de Llobregat, Agustín Cortés Soriano.