Una nueva planta transformará residuos orgánicos en energía limpia para miles de hogares en la comarca
Con una inversión de 18 millones de euros, Bio Energy Factory se perfila como una pieza clave en la infraestructura energética metropolitana. Su puesta en marcha marcará un hito.
La Zona Franca de Barcelona se prepara para acoger un ambicioso proyecto que promete revolucionar la gestión de residuos orgánicos en el área metropolitana. Se trata de Bio Energy Factory, una planta impulsada por la compañía Prezero que convertirá 32.500 toneladas anuales de desechos —principalmente procedentes de supermercados e industrias— en biogás, una fuente de energía renovable y limpia.
Un modelo de economía circular en marcha
Este innovador complejo se alinea con los objetivos de sostenibilidad y transición energética marcados por la Estrategia Energética de Cataluña 2050. Su construcción, prevista para comenzar en julio de 2025, culminará en septiembre de 2026, fecha en la que comenzará a operar. Ubicada en una parcela de 16.000 m² del Polígono Industrial de la Zona Franca, la planta generará 16 empleos directos y 34 indirectos, favoreciendo el desarrollo económico local.
Del residuo al gas natural: un proceso limpio y eficiente
Bio Energy Factory utilizará un sistema de digestión anaeróbica, en el que residuos orgánicos —una vez separados de materiales contaminantes mediante una máquina “Depacker”— serán procesados en grandes biodigestores. El resultado será biometano con un 99% de pureza, listo para ser inyectado en la red de gas natural, abasteciendo el consumo energético de unos 2.800 hogares, equivalente a unas 8.000 personas.
Además de transformar residuos en energía, la planta generará anualmente 30.000 toneladas de digestato, un subproducto útil como fertilizante agrícola, con especial aplicación en zonas hortofrutícolas como Lleida. Parte de este material también se destinará al compostaje, cerrando así el ciclo de aprovechamiento.
Impacto ambiental y proyección futura
La producción de biogás permitirá reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en más del 80%, un avance significativo hacia la descarbonización del área metropolitana de Barcelona. Aunque por ahora no contempla la reutilización del CO₂ generado, Prezero apunta a futuras tecnologías que podrían permitir su aprovechamiento industrial, por ejemplo, en la producción de bebidas carbonatadas.
El proyecto cuenta con el respaldo del Consorcio de la Zona Franca de Barcelona (CZFB), y ha sido recientemente galardonado por esta entidad en la categoría de ‘Economía Circular’, destacando su potencial transformador. Además, Prezero —que ya gestiona residuos orgánicos de cadenas como Lidl— lidera actualmente el 72% de la producción de biometano en España y desarrolla iniciativas similares en otras zonas del país.
Una inversión para el futuro
Con una inversión de 18 millones de euros, Bio Energy Factory se perfila como una pieza clave en la infraestructura energética metropolitana. Su puesta en marcha marcará un hito en la forma en que el Baix Llobregat y el conjunto del área metropolitana gestionan sus residuos, avanzando hacia un modelo más limpio, sostenible y eficiente.
Escribe tu comentario