Las encuestas, como se ha podido comprobar, no siempre aciertan. Este 10-N quedará en la memoria de buena parte de la ciudadanía como las elecciones que han abierto la puerta parlamentaria a la extrema derecha, a los antisistema de la CUP y el batacazo de Ciudadanos.
La candidata del PP ha visitado la ciudad costera del Baix Llobregat acompañada de su número tres, Manu Reyes, y Rosa Díez. Llanos de Luna ha vistiado Cornellà y Sant Feliu.
Todos los partidos, de izquierda a derecha, parecen apostar por gente de la comarca con un acercamiento al electo de cara a las elecciones generales del 10 de noviembre.
Esa será la gran novedad de los posibles resultados, según las encuestas, que marcará la vida parlamentaria en la próxima legislatura. Queda claro que las sesiones en el Congreso de los Diputados van a ser todo menos tranquilas.
El líder del Partido Popular en el municipio es el número tres en las listas de Barcelona para el Congreso por el Partido Popular, tarea que emprende con motivación sin querer abandonar el municipalismo.
El líder del Partido Popular en Castelldefels ha sido nombrado número tres de las listas que encabezan Cayetana Álvarez de Toledo y Maria Llanos de Luna.
Es el triunfo de la incapacidad de los nuevos políticos para tragarse su orgullo de gallitos e intereses partidistas.
El caudillo Rivera ha conseguido en tiempo record que todas aquellas personas progresistas que le habían apoyado en los inicios de Ciudadanos, se hayan ido por su giro a la derecha.
Los bloqueos institucionales deberían estar regulados por ley, a acatar por todos aquellos que quieran ocupar un Gobierno, sea este municipal, autonómico o central.
Pónganse de acuerdo, cambien las leyes, nada de bloqueos de investidura y plantéense, ya de una vez, la posibilidad de una segunda vuelta en los comicios para librar a la ciudadanía de historias poco gratificantes como las que se están viviendo estos días.
Mientras ERC y JxCat tratan de solventar la crisis del independentismo, los comuns se niega a apoyar a los post convergentes, y la derecha rechaza a los republicanos, los socialistas se muestran confiadas en obtener el liderazgo.
En los últimos tiempos, el hasta hace pocas fechas niño mimado de las grandes empresas, ha entrado en una espiral de despropósitos que pocos llegan a entender.
Hace ya unos trece años que un joven de nombre Alberto Carlos Rivera, transformado después en Albert Rivera, se metía en política.
Pese a que la lista ganadora ha vuelto a ser la del Partido Popular, las tres fuerzas de izquierda han vuelto a llegar a un acuerdo en la ciudad costera del Baix Llobregat.
El candidato popular, que ha mantenido el número de escaños pero que ha crecido en votos, da por hecho que los partidos de izquierda volveran a impedirle gobernar.
Barcelona y Madrid han sido, esta vez, las estrellas de la pelea estelar entre un socialismo muy táctico y sus dos bestias negras: la derecha popular con sus dos apéndices y, por supuesto, el independentismo.
La alcaldesa de L'Hospitalet de Llobregat y dirigente del PSC y del PSOE ha criticado al veto a Miquel Iceta y afirma que los partidos contrarios quieren "mantenernos en la ruedecilla de hámster".
Lo razonable es que aquí y ahora se formara un Gobierno a la alemana con socialdemócratas y derecha civilizada, un gabinete con fortaleza parlamentaria suficiente para los cuatro próximos años que enderezara la inestabilidad política.
Con estos resultados, el PSOE puede elegir socio de gobierno: o lo hace con Podemos, con el apoyo del PNV o la otra acción se llama Ciudadanos.
Gran resultado de los socialistas en las elecciones del 28-A: mientras los tres partidos de la derecha no suman una mayoría de gobierno, el PSOE bate todas las proyecciones. En el bloque de la derecha, el PP se derrumba y Vox y Ciutadans quedan muy lejos de sus aspiraciones.