Este lunes RTVE presentaba su nueva temporada de informativos de la etapa “transitoria” de Rosa María Mateo. Bajo el lema 'la fuerza del periodismo', los cambios han sido importantes al frente de los informativos. La excepción es Ana Blanco que han pasado de presentar el informativo de la noche, al telediario del mediodía.
La presentación ha venido precedida de protestas de profesionales por los cambios, a los que algunos han considerado como una caza de brujas. Begoña Alegría, la flamante jefa de informativos una de las periodistas más guerreras en las protestas contra el PP por la manipulación informativa, según ella se venía realizando en TVE, ha declarado que su objetivo es hacer unos informativos independientes en los que todos los ciudadanos se sientan "representados" . Se le ha olvidado decir, con permiso de Podemos.
A nadie se le escapa que los cambios en la TVE que se han producido a lo largo de su historia, en la etapa democrática, van estrechamente ligados al partido que gobierna. En el caso que nos ocupa, cuenta además con la “influencia” del partido que le da soporte al PSOE para que pueda gobernar, es decir Podemos.
Nada mejor para ello que colocar a los periodistas afines, que suelen ser los más demócratas del mundo. Se está viendo continuamente, no es de ahora. ¿Profesionalidad e imparcialidad? Eso se queda para la teoría, los libros de estilo y la ética mal entendida.
No crean que los sociatas&podemitas se han cepillado a todos, no. Sorprendentemente, el director de la TVE, Eladio Jareño sigue siendo el que ocupa el sillón del despacho cuya puerta tienen el cartel que dice director. Jareño, como el aceite en el agua, siempre flota. Hay que recordar que a este director lo colocó en su día PP. Venía de ser director de TVE en Catalunya, previo paso por el PPC, donde ejerció de jefe de gabinete prensa, asistente personal y protocolo de Alicia Sánchez Camacho, a la que cuidó bien, y nunca se olvidó de sí mismo, -porque la caridad cristiana empieza por uno mismo-, para seguir subiendo escalones profesionales. Llegó a Madrid, con ese estilo amable ¿hipócrita? con el que se envuelve. Ahí ha estado haciendo un buen servicio a los que le eligieron ¿buen trabajo para el PP?, no, buen trabajo para sus pretensiones, que no son pocas.
No quiere perder su despacho, su sueldo y todas las prebendas que ello conlleva. No es precisamente un Quijote, pero hay que reconocerle algunas virtudes: capacidad adaptativa a los que mandan y decir a todos los que le quieran oír, aunque ya no se lo crean, que no tienen nada que ver con el partido que le ha colocado en el puesto. El es un profesional independiente que se debe a la objetividad informativa. Así lo dice y se queda con esa cara de no haber roto un plato en su vida.
Lo correcto sería que Eladio Jareño dimitiera, se fuera a su casa, cuidase de sus huesos que los tiene fastidiados, se solidarizara con sus compañeros "cazados" como brujas y diera ejemplo de coherencia , solidaridad y agradecimiento hacia aquellos que le dieron la oportunidad de estar estos años cobrando un magnifico suelo. La dignidad, que no el orgullo, es unos de los valores que las personas no debieran desprenderse nunca.
Escribe tu comentario