Llevamos casi un año con un problema en Viladecans que posiblemente sea innecesario: la disputa entre Ayuntamiento y Asociación de Vecinos del barrio de Hospital-Roca por el local de la sede social de la asociación, tras más de 40 años de albergar la actividad asociativa.
Manifestación de la AAVV Hospital-Roca.
Este es un tema que se está enquistando y me da que no es precisamente porque las partes mantengan el ánimo de buscar el bien general sino más bien por el intento de doblegarse el brazo la una a la otra. Entiendo más bien que se trata de una contienda entre dos viejos rockeros del socialismo local: Carlos y Adolfo. Alcalde, el uno, y presidente de la Asociación, el otro.
Sin entrar en aspectos técnicos, ni jurídicos, ni legales, la situación requiere una solución salomónica o más humanitaria de lo que realmente pueda parecer. Estamos hablando de una asociación que, más allá de la utilización política que se le haya podido dar o intentar dar, está compuesta por una serie de personas que andan hoy, la gran mayoría, entre los 60 y 70 años, que iniciaron sus proyectos en pareja para formar un hogar en el Polígono Hospital y que se han acostumbrado a sus tertulias y partidas inofensivas de cartas al amparo del local en cuestión. Local cedido a la Asociación del Polígono a finales de 1980 con el “Chato” como presidente.
Ante tal visión, creo sinceramente que debería entrar a poner paz una figura, tal vez no muy conocida por los viladecanenses pero no por eso menos importante, como es el Síndico de Agravios (Síndic de Greuges). Una institución cuya existencia no tiene más razón de ser que la de defender los derechos y las libertades de la ciudadanía ante la Administración local con independencia y objetividad.
Creo que puede ayudar a calmar las cosas, sobre todo, por la persona sobre la que recae la sindicatura, José Luis Nicolás, que es una persona afable y cercana, a la vez que con experiencia tanto en la vida asociativa como en la institucional. Nicolás puede entender, posiblemente, mejor que nadie a ambas partes. Fue miembro de la extinta Asociación de Vecinos de la Telefónica
desde su creación en 1979 hasta su desaparición en 1984. Pero también ha sido concejal de Viladecans durante 24 años, desde 1991 hasta 2015, ocupando los cargos de teniente de alcalde en el Área Económico Administrativa, en el Área de Planificación Territorial y de Presidencia y
Alcaldía.
Haciendo un símil futbolístico, siempre y cuando le dejen actuar con libertad y no tenga que hacer de árbitro comprado, a la vez que ambas partes acepten su propuesta, me atrevo a proponer: ¡José Luis, caliente y entre a jugar!
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