Me consuela que su historia centenaria, la parte buena de la misma, les servirá mucho de ayuda y que la libertad de expresión todavía está vigente, aunque han pasado cosas muy raras en el último mes en las relaciones del Gobierno con los medios de comunicación.
“La turbulencia de los demagogos derriba los gobiernos democráticos” decía Aristóteles. No hay que perder de vista esta frase, porque hay cosas que no cambian por muchos siglos que pasen.
A más de uno le vendría como anillo al dedo una expresión que suelen utilizar los mejores investigadores de la T.I.A.: “eres un merluzo”.
La ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, asume la interlocución directa con el presidente de la empresa automovilística, Luca de Meo.
En la vida diaria, los ciudadanos se encuentran el Dragon Khan de golpe, no lo han elegido y, lo más inquietante, no saben hasta cuándo van a tener que soportar los efectos de la atracción diabólica.
La moto de Varoufakis ruge a lo lejos. Pero en la Moncloa el modelo a seguir es Tsipras. El conflicto catalán será la Macedonia del gobierno progresista.
Las encuestas, como se ha podido comprobar, no siempre aciertan. Este 10-N quedará en la memoria de buena parte de la ciudadanía como las elecciones que han abierto la puerta parlamentaria a la extrema derecha, a los antisistema de la CUP y el batacazo de Ciudadanos.
Mucho se está hablando por las redes de un vídeo grabado con el móvil en el que se acusa a la policía de atacar injustificadamente a un manifestante en el municipio durante un acto de Pedro Sánchez en el municipio. Aquí los detalles de lo que pasó.
El presidente del Gobierno en funciones ha reprochado al presidente de la Generalitat, Quim Torra, no reconocer "a la otra parte de Catalunya" acompañado del líder del PSC, Miquel Iceta, y el alcalde de la localidad, Carles Ruiz.
¿Seguimos con la teoría de catalanes de primera y de tercera? Eso parece. Los sufridos ciudadanos van a tener que seguir aguantando que se sigan cortando las calles del centro de Barcelona.
Al evento del PSC acuden su primer secretario, Miquel Iceta; la presidenta del Congreso, Meritxell Batet; el presidente del Senado, Manuel Cruz, y la alcaldesa de Gavà, Raquel Sánchez.
Es el triunfo de la incapacidad de los nuevos políticos para tragarse su orgullo de gallitos e intereses partidistas.
Si finalmente se cumplen los presagios, este miércoles puede ser la última comparecencia del presidente en funciones en el Parlamento, con una legislatura que puede considerarse la más corta en los años de democracia.
Hay que suponer que la Señora Calvo, esta vez, no va a tomarnos el pelo en nombre de los socialistas de Ferraz y que la sopa de siglas que configura Podemos dejará de hacer comedia.
La escenificación mediática de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, con intermediarios de por medio sigue poniendo de manifiesto sus desencuentros.
A primera vista, parece que Pedro Sánchez se ha tomado en serio lo de pactar una nueva política con Pablo Iglesias sin renunciar a su línea roja llamada Gobierno de coalición. Veremos en qué acaba el órdago.
Muchos se están preguntando cómo hará Zaragoza para fichar si está de vacaciones ¿O quizás no ficha?
El presidente en funciones, Pedro Sánchez, está sudando lo suyo para conseguir ser investido.
Este verano, como viene siendo habitual en los últimos años, la desconexión de la política parece casi imposible.
La responsabilidad de los políticos también es transigir, consensuar y en muchos casos renunciar. Los intereses de la ciudadanía deberían estar por encima de los intereses partidistas, individuales y de cargos.