Mientras presentan el Consell de la República, papel mojado, se insiste en la declaración unilateral, ahora con el modelo Eslovenia que anuncia el presidente suplente Torra.
Las cosas que realmente afectan a las personas han quedado relegadas, como si esto no fuera competencia del gobierno.
No es diálogo lo que pretende Torra, es monólogo e imposición de sus ideas.
Desde hace ya demasiado tiempo, en Catalunya se está bombardeado desde el mundo político independentista a la ciudadanía con nuevos nombres de partidos.
Las fuerzas independentistas carecen de estrategia compartida alguna. Ni siquiera gestionan con solvencia el autogobierno que el 21-D puso en sus manos. En medio de semejante panorama, ¿aguantarán formalmente unidos, como pretenden, hasta el juicio de sus líderes?
El presidente catalán manifestaba que él había venido a implantar la República. Si no podía hacerlo, se marcharía. Esa sería una salida a la situación actual.
Puigdemont no podía presentar otro día su libro, tenía que hacerlo precisamente el día de la presentación del Plan de Govern.
El presidente Torra y más de un conseller ya han anunciado que se presenta un otoño caliente.
La situación de convivencia "pacífica" entre la pluralidad de ideas, continua igual, es decir, de crispación permanente.
Quim Torra ha vuelto de nuevo a Bruselas a recibir órdenes de su jefe Puigdemont sobre la estrategia a seguir hasta final de año.
El 13 de agosto de 1714 hubo en Talamanca, en la comarca del Bages una refriega militar entre unos 2.000 soldados austracistas y unos 3.000 soldados borbónicos.
Torra se cree poseedor de la verdad y que las leyes, la justicia y la democracia pueden ser interpretadas y adaptadas a sus deseos.
Decía Konrad Adenauer que “En política lo importante no es tener razón, sinó que se la den a uno”. Quizás esa es la estrategía aplicada por el astuto Sánchez.
La verdad es que, la tolerancia, la libertad, los relatos manipulados y el victimismo son conceptos propios de un sector de políticos que se creen que solo ellos tienen la facultad divina de poseerlos en exclusiva, por obra y gracia del poder “divino”.
Aunque no se conoce al autor, se le atribuye a una buena parte de la Iglesia la frase “haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago”, suelen decir los mayores.
¿Son Vds. conscientes señoras y señores diputados del bloque independentista que han nombrado a un político xenófobo con una calidad democrática residual que hace inviable la convivencia?